viernes, 21 de noviembre de 2014

APRENDER HACIENDO

Muchos de nosotros padres, madres y profesores/ras estamos escuchando que es necesario mejorar la enseñanza, pero lo que es más importante es mejorar el aprendizaje del alumno, que no es más que hablar de qué conocimientos son los necesarios en cada etapa evolutiva, cuales son las habilidades y competencias necesarias que el alumno debe adquirir y cuáles son las actitudes necesarias para mejorar los resultados de cada alumno en concreto y de todos en general.

Os voy a comentar algunas de las opiniones de profesionales que opinan sobre esto:

“Los alumnos aprenden acerca de lo que les importa, y recuerdan lo que entienden (Ericksen)”

“Todo aprendizaje genuino es activo, no pasivo. Es un proceso de descubrimiento en el cual el alumno (y no el maestro) es el agente principal. (Alder)”

“El aprendizaje no es un deporte de espectadores. Los alumnos no aprenden mucho solamente por estar sentados escuchando a los profesores, memorizando trabajos y escupiendo respuestas. Deben hablar de los que están aprendiendo, escribir acerca de ello, relacionarlo con experiencias pasadas, aplicarlos a sus vidas diarias. Deben hacer que lo que aprenden sea parte de ellos mismos. ( Chickering&Gamson)”

Tenemos que poner mucho empeño y dedicación en el aprendizaje del alumno ya que los alumnos aprenderían de la siguiente forma:

Los alumnos estarían más involucrados en algo más que escuchar pasivamente a los profesores. Los alumnos estarían más ocupados en trabajos, el lecturas, en debates. Pondríamos más énfasis en el desarrollo de las habilidades de los alumnos más que en la mera transmisión de la información. Existiría un mayor énfasis en la exploración de actitudes y valores. La motivación de los alumnos aumentaría. Los alumnos estarían involucrados mucho más en los aprendizajes de todo tipo y recibirían una mayor retroalimentación de sus compañeros y sus profesores.


Esto es lo que se denomina “aprender haciendo”. Es cuando el alumno realmente aprende, se motiva y se refuerza el mismo. Los padres de hoy en día, están más involucrados en la educación de sus hijos y ya no se conforman con que sus hijos saquen buenas notas basadas exclusivamente en unos resultados de exámenes. Los profesores también tienen nuevas iniciativas en el modo de enseñar a los alumnos y los alumnos, requieren de profesores motivados que lleguen a ser buenos "maestros" en cada momento de su etapa evolutiva.

Por lo tanto ¿ qué es lo que está pasando? Pues que muchas veces no se puede cubrir tanto contenido para tan poco tiempo, el tamaño de las clases a veces impide el buen desarrollo de nuevas estrategias de aprendizaje, algunos profesores se sienten más cómodos siendo puramente conferenciantes o transmisores de conocimiento (por suerte cada vez menos) y por último,  los colegios necesitan nuevos materiales y el uso de la tecnología para apoyar estos nuevos enfoques educativos.

No nos toca más remedio que impulsar desde todos los puntos de vista posibles, nuevos enfoques que mejoren la educación de nuestros hijos e hijas y la primera de las acciones está en los colegios. 

domingo, 9 de noviembre de 2014

LA RESPONSABILIDAD DE LOS MIEMBROS DE UNA FAMILIA

En todas las familias que conozco escucho con frecuencia la falta de cooperación de los miembros de la familia, sean los hijos, el padre o la madre. Normalmente escucho a unos de los progenitores que me dice, que unos hacen más que otros en las tareas de casa y al final, siempre estamos discutiendo. Discutimos porque uno hace más que otro, por que yo cuido a los niños y el otro trabaja fuera de casa o más tiempo que el otro o la falta de tiempo para hacer las cosas de casa.  Tenemos que encontrar un equilibrio entre las responsabilidades de cada uno y las tareas que haya que hacer diariamente en una casa.  Cuantas discusiones se podrían evitar diariamente en las familias, con un reparto equilibrado de las tareas.

Lo principal es que en el conjunto familiar, haya un reparto justo de todo el trabajo que hay que hacer en casa. Limpiar, poner y quitar la mesa, recoger las habilitaciones, pasar el aspirador, ir a comprar…. Sin la colaboración de todos los miembros de la familia en las tareas familiares, la situación va a ser muy complicada. Por tanto, tenemos que hacer hincapié entre los miembros de la  familia en un reparto justo, en la participación de todos  y en las negociaciones sobre el trabajo o tareas que hay en casa y que repercute directamente en todos.

Con respecto a las tareas que hay en una familia, lo primero es determinar cuántas tareas hay y de qué tipo son,  para asignarlas a cada miembro de la familia. Es decir, buscar un reparto justo en función de las edades de los hijos. Pero para que esto se pueda dar, podríamos poner en marcha un proceso de negociación abierto a todos, con el fin de ver lo que cada uno esta dispuesto a realizar, según sus posibilidades. Lo que buscamos como objetivo final, es un reparto justo de las tareas que tenemos en casa, para que entre todos, contribuyamos a favorecer el sentimiento de pertenencia a la familia. Esto es lo que hace grande a una familia.

Una vez tengamos claro el reparto de tareas, tenemos que planificar las acciones que cada uno tiene que hacer, para garantizarnos que se van a cumplir en los tiempos establecidos.  El trabajo en equipo va a ser clave. Todos los miembros de la familia deben saber que el buen hacer de las tareas de casa no dependen de uno solo, sino que dependen de todos. No podremos limpiar el suelo de la casa sin que otro miembro de la familia haya ido a comprar el material de limpieza. Es decir, todos estamos coordinados y planificados.  Es necesario que este nivel de coordinación, pueda ser entendido por todos.  Y evidentemente, establecer las consecuencias por no cumplir con lo establecido, ya que si uno no cumple, no llegamos al objetivo final de todos. 

Por ultimo, para tener éxito, es necesario desarrollar un sentido de responsabilidad familiar. No se trata de hacer lo que me toca, sino de ir asumiendo que mis tareas de casa están directamente relacionadas con los demás y que al final,  si todos hacemos bien las cosas, mi familia ira mejor. Con el trabajo responsable de todos, mejoraremos directamente la satisfacción familiar y la autoestima de todos y sobre todo, estamos trabajando en la mejora de la autonomía de nuestros hijos.


Esto no es un consejo o unas breves palabras. Son acciones importantes que hay que hacer en la familia, para que nos adelantemos a futuros problemas de responsabilidad y autonomía personal  en mis hijos. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

MEJORA LA RELACION CON TU HIJO

Estamos siempre corriendo del trabajo a casa, del trabajo al colegio y del colegio a casa, cuando no estamos en el supermercado o en una cadena de grandes almacenes. Pero tenemos que pararnos un poco, y disfrutar más de los momentos que la vida nos da, especialmente con nuestros hijos, aún estando en el supermercado.
Y son muchos y muy buenos los momentos que tenemos con ellos. Cuando los recogemos del cole o les llevamos por las mañanas, cuando les bañamos, cuando les acostamos, cuando simplemente estamos en casa con ellos. Pero hay que esforzarse en darse cuenta y disfrutar de esos momentos. Para poder llegar a esa situación, debemos de estar mejor preparados en la tarea de educar a nuestros hijos, pararnos a pensar y ser más creativos con ellos. Ver las cosas de diferente manera. Pensar en ganar ganar.
Es importante que igual que nos forman en las empresas para ser mejores profesionales o desempeñar mejor nuestro trabajo, debemos formarnos para ser mejores padres, madres, educadores y así mejorar las relaciones con nuestros hijos o alumnos. Y para esto, tenemos que tener o buscar tiempo que me permita mejorar.  Y siempre hay tiempo, incluso para los que dicen que están todo el día trabajando.
Os informo que lo que más le gusta a los niños es la innovación, la creatividad, hacer cosas nuevas que les motiven. Disponer de posibilidades de acción. Ver diferentes alternativas de respuesta. Elegir. Escoger. Seleccionar. Tenéis que tener en cuenta, que la creatividad en las personas depende del hemisferio derecho donde se encuentran nuestras emociones, nuestras sensaciones y no hay nada racional. Por lo tanto, os quiero decir, que cuando estamos disfrutando de nuestro hijo/a, entre otras cosas, no debemos tener presión del tiempo, ya que esto es muy racional en los seres adultos y está dominado por el hemisferio izquierdo, que principalmente se ocupa de todo lo racional y el control de las cosas. Nuestro hemisferio izquierdo nos intenta dominar para que siempre actuemos de la forma más lógica posible y normalmente cuando actuamos bajo la razón, no somos creativos, no innovamos y esto no les gusta a los pequeños.
Por lo tanto, si vamos a jugar, a disfrutar y a participar de aventuras, de juegos o actividades lúdicas con nuestros hijos, olvidémonos de algunas de las cosas que nos controlan, para dar rienda suelta a nuestra creatividad.  Soy consciente que muchas veces no podremos aplicar esto tal y como lo expongo, pero lo importante de este mensaje, es que en la medida que puedas, tienes que hacer fuerte a tu hemisferio derecho y tener esta actitud creativa y positiva de relación con tu hijo.  NO le digas de inmediato como tiene que hacer las cosas, deja que busque alternativas, ponle en diferentes escenarios, salte de la rutina y haz que piense. Igual te sorprendes de cómo resuelve las cosas. Ánimo, solo hay que ponerlo en práctica y los resultados vienen solos. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

MI HIJA ES UNA CAMPEONA

¿Te gustaría tener un hijo campeón de sí mismo? ¿Quieres tener un alumno en tu clase que sea LÍDER de sí mismo? Pues solo es necesario que le acompañes en los entrenamientos diarios y consigas llegar a la meta con él. Para ello, hay que entrenar duro todos los días, 365 días al año, 24 h y con diferentes técnicas de mejora continua. Te voy a enseñar algunos entrenamientos que puedes poner en práctica y no olvides que tú eres el entrenador y él es el que sale a correr. Empecemos:

Primero. Tienes que mejorar su autoestima todos los días. Para eso debes creer en él y darle feedback positivo. Muéstrale que confías en él y en todo su potencial, especialmente cuando surjan problemas del día a día. Nunca lo compares con sus hermanos, compañeros o amigos. Creer en él significa que mejoramos su confianza, que se siente más seguro y valioso y es capaz de hacer más cosas.
Segundo. Enséñale que nos movemos por principios en los que creemos. La responsabilidad y rectitud, la integridad y la buena educación, el servicio a los demás, la paciencia, el autocontrol y las buenas prácticas. Este es el motor de las buenas personas y debemos practicarlo con nuestros hijos todos los días.

Tercero. Tenemos que apoyarle en sus decisiones, incluso cuando sabemos que se puede equivocar. Si nos afirmamos en sus decisiones, le potenciamos el talento que lleva dentro de sí. Y ya sabemos, que todo el mundo se equivoca al menos, una vez en la vida.

Cuarto. Intenta al máximo que disfrute en familia. Los padres debemos brindar a nuestros hijos oportunidades enriquecedoras dentro de la familia o que se impulsen desde nosotros. Cualquier oportunidad familiar, seguirá el patrón de que con trabajo y planificación, puedes llegar a conseguir lo que quieras. Por ello, tus hijos formaran parte de la planificación familiar en actividades, trabajos caseros, actividades escolares, decisiones, viajes, compras… haciéndoles que se sientan parte de un equipo.

Quinto. Tú tienes que ser el ejemplo a seguir por tus hijos. Que tu deseo de hacer las cosas bien se transforme en una norma. Ya sabes… si ves mucha TV….tendrás a tu hijo de cara a la tele todo el día.

Sexto: Ayúdale siempre que te pida ayuda en cualquier cosa y enséñale a pedirla. Nadie nace enseñado. En sus tareas escolares, con sus amigos, con sus hermanos. En sus tareas escolares enséñale el valor de la lectura y el aprendizaje. Con sus amigos en valor de la amistad y de servir a los demás. Y con sus hermanos, la convivencia y el apoyo diario en toda la familia.

Séptimo. Enséñale a representar las cosas para que se de cuenta de su potencialidad. Las cosas se crean dos veces. Primero mentalmente y después físicamente. Una buena preparación mental es garantía de éxito. Que vea lo que quiere hacer, que lo explique y después que se ponga en ello. Nunca antes.

Octavo. Puedes adoptar a sus amigos invitándoles a tu casa para formar una familia de amigos.

Bueno, estos no son más que unas pequeñas claves que os darán ideas de mejora con vuestros hijos o alumnos. Es un trabajo para un GRAN ENTRENADOR, seas padre, madre o profesor. Te animo a que las practiques todos los días con ellos. Y no olvides, que los jugadores siempre siguen al entrenador.