sábado, 18 de octubre de 2014

¿ES BUENO TENER MIEDO?

Una de las primeras cosas que pregunto a un niño o niña cuando dice que tiene MIEDO es: ¿ tú sabes lo que es el miedo? y muchos de ellos no saben que contestar. Hay otra pregunta que lanzo inmediatamente:     ¿ tú crees que el MIEDO es bueno o es malo? y entonces la mayoría de niños y niñas dicen que es malo. La respuesta es aprendida, ya que el miedo esta siempre relacionado con algo malo y como si tener miedo, fuera de las peores cosas del mundo.

Todas las personas y más concretamente los niños, tienen  miedos muy variados a lo largo de su desarrollo evolutivo y social. Muchos de esos miedos, según las experiencias vividas, continúan incluso en el periodo adulto. Las personas tenemos muchas sensaciones y emociones como reír, estar tristes, tener rabia, tener dolor y estas sensaciones y emociones cumplen una seria de funciones básicas para la supervivencia. el miedo es una de ellas, es una emoción normal en las personas.

Lo primero que debe saber un niño o niña cuando expresa la sensación de tener miedo, es que es algo normal, que todos tenemos miedo muchas veces y debemos expresarle que el miedo, es algo bueno y muchas veces útil, ya que nos evita correr determinados riesgos innecesarios. Pensemos en un niño pequeño, que cuando no ve a sus padres llora desconsolado por miedo a separarse de ellos o cuando alguien extraño se le acerca llora por miedo al desconocido para que sus padres acudan en su ayuda. El miedo a los extraños hace que un niño no se vaya con cualquier persona. Por lo tanto el miedo cumple su función positiva, y es que el niño esté pendiente de sus padres y reaccione ante situaciones extrañas. 
El miedo también es una emoción o sensación que se transmite a los niños. Pensemos en una mamá o papá que tenga miedo a los perros y cuando ve uno que se le acerca por la calle, automáticamente corrige el rumbo, verbaliza ¡ cuidado que viene un perro! y se le nota en la comunicación no verbal, la ansiedad por la situación.  La probabilidad para que ese miedo a los perros se contagie a sus hijo se ha multiplicado por 100. Como esta situación podemos contar muchos ejemplos, como miedo a salir a la calle porque hay mucha gente o a asistir a espectáculos , miedo a subir a las atracciones de feria, miedo a subir a un ascensor porque me quedé atrapado, miedo a que nos entren a robar en casa y estemos agobiados con cerrar las puertas y ventanas por si pasara algo.... Como padres tenemos que reconocer nuestros puntos débiles para no hacer más dependientes a nuestros hijos por nuestra falta de competencia o miedo a determinadas situaciones.

Como padres, también tenemos que tener una GRAN empatía cuando nuestro hijo nos dice que tiene miedo por las noches o a alguna situación vivida. Muchas veces la respuesta equivocada sería: " si no pasa nada..además tú ya eres mayor, eres un machote y mamá y papá están aquí". Debemos ser empáticos con el miedo de nuestros hijos y nunca decir que no pasa nada. El miedo es normal y es bueno, por lo tanto el niño debe quedarse convencido que sus padres le han entendido sus emociones y pensamientos. Si le decimos que no pasa nada, podemos incluso que se sienta ridiculizarlo ante sí mismo o un hermano.

También debemos reconocer los tres componentes que conlleva tener miedo. El primero serían los pensamientos o imágenes que el niño pueda tener dentro de su imaginación que no olvidemos que es muy potente, el segundo componente los cambios corporales que originan las sensaciones molestas de tener miedo, como palpitaciones, manos sudorosas, falta de respiración y por ultimo, el componente motor que es lo que hace el niño para no enfrentarse a su situación personal.

En todos los casos en que nuestros hijos se encuentren en una situación de miedo, debemos de dar una respuesta positiva, empática y acorde a la situación.  El miedo siempre será bueno, pero cuando pierda su utilidad como tal se convertirá en un miedo patológico e incluso en una fobia. Lo sabremos perfectamente, porque el miedo será desproporcionado a la situación y será desadaptativo, alterando nuestros hábitos de vida cotidiana.  Será aqui cuando con ayuda de un especialista, tendremos que intervenir lo antes posible.

Si estáis interesados, podemos seguir abordando este tema que me parece muy interesante y muy común en las familias.  

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