viernes, 15 de noviembre de 2013

PADRES, ADOLESCENTES Y REDES SOCIALES

Nos enfrentamos a unos de los momentos más interesantes de la humanidad desde el punto de vista de la comunicación. Podemos comunicarnos a tal velocidad, que lo que antes tardaba una década en llegar a cualquier punto, hoy son escasos segundos en recibir la información. Y esta situación  está cambiado los estilos culturales de medio mundo y sobre todo, el modo de relacionarnos. Que adolescente no tiene un móvil capaz de comunicarse y conocer al instante cualquier tema, foco o noticia de su contexto más cercano o del mundo en el que vive. Y esto evidentemente tienen sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas o por lo menos que deberían ser trabajadas por los padres, desde el principio de la infancia hasta llegar a la adolescencia.  Que fácil es utilizar la cámara de un móvil, grabar o fotografiar algo y enviarlo a la red para que otros puedan ver donde estas, que ves o con quien estas.  A muchas personas, entre ellas los adolescentes, les gusta compartir una experiencia con sus amigos. 


Una foto de un viaje, una canción, un vídeo tiene tanta fuerza emocional que nos apetece que otros puedan sentir lo mismo que lo que estamos sintiendo nosotros. En principio todo parece bueno. Compartir experiencias positivas con los  nuestros nos hacer sentirnos mejor, eleva nuestra autoestima y nos da fuerza a la hora de relacionarnos con los demás. Por lo tanto, por medio de la tecnología y a través de las redes sociales, muchas personas se sienten felices de poder experimentar y compartir emociones tecnológicas o en modo " matrix" .  

Pero ¿ qué ocurre cuando no hacemos un buen uso de la tecnología y de las experiencias vividas? ¿ qué tipo de formación o educación debemos dar a nuestros hijos para que hagan un buen uso de la información y de las redes sociales? ¿ qué papel tienen los centros educativos ?  Son preguntas que nos debemos ir haciendo desde que nuestros hijos empiezan a tener conciencia de los modos de comunicarnos con los demás. 

A nadie le sorprende ver a un niño de dos años jugando con el móvil o ipap de su padre o madre y menos nos sorprende, ver a un niño entre siete y nueve años "wassapeando" con sus amigos a través del móvil de la mamá o de su papa.  Desde muy pequeños están aprendiendo formas nuevas de relacionarse o de comunicarse con otros. El problema empieza cuando la situación empieza a normalizarse y nuestros hijos nos cogen el móvil o tablet , navegan por la red sin control, juegan con los juegos que ellos mismos se bajan o se comunican con sus amigos. Todo parece bien, bonito y hasta divertido. Muchos incluso se enorgullecen de ver como sus hijos desde muy pequeños utilizan el móvil o el ipap. No tenemos que olvidar que los niños empiezan  sus aprendizajes imitando a los adultos y en muy poco tiempo, nos superan. 

Es  la generación que aprende por sí misma, que no necesita que nadie le explique nada para poder llegar a conseguir sus objetivos tecnológicos.  La importancia de un control y de unas normas que supervisen el buen uso de la tecnología es la clave para que no tengamos situaciones que luego nos podamos arrepentir. Un niño que entra en una web no autorizada, una foto que se envía sin control de adonde va dirigida, un vídeo con un destino equivocado. Las leyes y la protección de datos cada día toma más importancia. Grabar un vídeo y divulgarlos sin más, sin una autorización de las personas involucradas, puede llegar a ser un delito contra los derechos de la persona y la intimidad. Y cuando nos vemos en esta situación, es cuando recurrimos al castigo, a las broncas o a quitarles todo. 

Los padres  y madres de niños pequeños, tienen que hacer una labor educativa constante, sobre cómo utilizar la tecnología y las redes sociales. Cada vez más, los niños tienen los dispositivos móviles a corta edad y esto les facilita un sin fin de posibilidades, pero a la vez sin control por parte de los padres, les puede hacer incurrir en delitos tipificados en el código penal.  Educar en un buen uso de la tecnología móvil, de las redes sociales y los sistemas de comunicación actuales, es una obligación de todo padre/madre que quiera ser responsable en la educación de su hijo. Lo contrario sería una grave irresponsabilidad.  Además de los padres, los centros educativos se enfrentan a una cruzada de móviles en las aulas. Alumnos que interrumpen al profesor, alumnos que prestan más atención al mensaje que les tiene que llegar que lo que esta explicando el profesor y sobre todo, el bajó nivel de relaciones humanas que se establecen. Debemos reconsiderar cuando un niño tiene que utilizar un dispositivo móvil sin supervisión alguna, tenemos que poner  control al uso de las redes sociales por parte de nuestros hijos ya adolescentes, debemos de cuantificar las horas que pasan ante el móvil aislados de la familia e incluso de sus amigos más cercanos y debemos educar la importancia de hacer un buen uso de lo que compartimos en la red. Nos enfrentamos y el tiempo lo dirá, ante un cambio cultural de gran importancia producido con la llegada de las las redes sociales. O estamos atentos a todo lo que esto implica o pondremos en situaciones de peligro a nuestros hijos. 

Dedica tiempo a supervisar, a comunicarte verbalmente cualquier cosa que os vincule, genera confianza para que te comunique lo que siente y crea un clima de seguridad tecnología en tu casa. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario