Que está pasando con la educación
de nuestros hijos? No tienes la sensación que parece que estén estudiando de la
misma forma que cuando tu estudiabas? Y seguro que te han encontrado algún
profesor que te dio clases y ahora está dando clase a tus hijos? Muchos padres
nos preguntamos si la educación que están recibiendo nuestros hijos es la
adecuada en pleno siglo XXI en el que estamos. La sociedad se va acelerando
poco a poco debido a múltiples variables, como la política, la educación, los
deportes, la globalización y la tecnología en la que estamos inmersos.
Cosas que antes nos parecían que
iban a ser para toda la vida, de golpe cambian y giran 180º. Esto es bueno,
significa que estamos vivos y no nos conformamos con lo de siempre, nos gusta
innovar, ser creativos, conocer cosas nuevas y ver como se aplican a nuestras
vidas. Las redes sociales están haciendo algo sorprendente. Son capaces de
movilizar a las personas de una forma que antes era imposible. Las opiniones
van que vuelan, y nunca mejor dicho. Sabemos lo que ocurre en el momento, casi
al instante y eso nos hace participar y sentir que nuestra opinión puede ser
escuchada. Hemos abierto la puerta de la información.
Nuestros hijos están viviendo el
momento más interesante de la historia, sobre todo desde el punto de vista
tecnológico. Llegan a casa y siguen comunicándose con sus amigos a través de
los dispositivos móviles, colaboran haciendo trabajos en la red, juegan on line y comparten
fotos, videos, experiencias. Esto es muy enriquecedor. Pero qué pasa cuando
llegan a las aulas? Se enfrentan a los libros, páginas y páginas de escritura
que no les motiva, fotos que no dicen nada, solo texto y más texto. Además
muchos de ellos saben que esos mismos textos están en la red y sus padres han
tenido que adquirir esos textos.
Los alumnos de hoy en dia tienen
a su alrededor las mayores oportunidades de conocer cualquier tipo de
información, de visitar cualquier museo del mundo al máximo nivel sin salir de
su aula, de poder colaborar con otros alumnos de otros países, de dar a conocer
sus experimentos al mundo entero, de innovar junto con el profesor en la forma
de dar nuevos contenidos, de buscar más soluciones al problema que antes solo
tenía una respuesta, de ser creativos y de poder desarrollar sus talentos
innatos.
Pero muchos de ellos se enfrentan
a lo de siempre. Estar sentados 7 horas al día, encima de una silla y delante
de unos libros que nos les motivas. Lo
único que importa es que estén bien sentados, que memoricen y que saquen buenas
notas, porque todos sabemos que le ocurre al alumno que no saca buenas
notas…verdad? Esto ya es el pasado. Estamos en un momento crucial en la
educación. Un momento verdaderamente interesante. No podemos dejar que nuestros
alumnos se desmotiven y que no encuentren aliciente por saber más. Lo
importante ahora es cómo se enseña y los métodos adecuados para poder sacar
todo el potencial del alumno, independientemente de sus características
personales. Cada uno es único y debemos apostar por una educación personalizada
que gracias a la tecnología es posible. No perdamos esta oportunidad de mejora
que tienen nuestros alumnos y nuestros profesores de poder renovarse en un
mundo global en continuo cambio.
Los retos en la educación son
impresionantes. Nos vamos a quedar viendo pasar el tren o somos capaces de
subirnos y dar una respuesta a nuestros alumnos del siglo XXI?
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