viernes, 27 de junio de 2014

LA IMPORTANCIA DE SER UN BUEN COMUNICADOR CON NUESTROS HIJOS Y ALUMNOS.

Cuantas veces oímos que nuestros hijos no nos escuchan o lo hacen cuando ya ven que voy enfadado hacia él o ella y es en ese momento es cuando te dicen: que ya voy!!!! Entonces tú le dices que le has llamado 1.000 veces. La fuerza de la comunicación entre las personas, depende del carácter e importancia que uno le quiera dar a sus mensajes. Si tú dices…a cenar!!! 10 veces seguidas y nadie te hace caso…hay algo que no funciona. Si llamas a tú hijo para que os vayáis ya del parque y no te hace caso…hay algo que no funciona. Si solicitas silencio en la clase y todos siguen hablando…hay algo que no funciona.

La fuerza de la comunicación tiene varias características: la primera, el mensaje que voy a transmitir a mis hijos, a mis alumnos. Tengo qué saber la importancia que tiene el mensaje en mis hijos o alumnos  y ellos tienen que saber, la importancia que yo le doy a ese mensaje. La segunda, la forma en cómo transmito el mensaje. Lo puedo hacer con un tono de voz normal, nervioso o a gritos. Y la tercera, el es el contexto en el que me encuentro cuando transmito mi mensaje.

Estas tres características son la base para que mis hijos o alumnos, perciban la importancia de lo que yo quiero comunicar o transmitir. Cuántas veces hemos percibido que estamos hablando a nuestros hijos o alumnos y estos no nos están escuchando. Esto significa, que las bases de la buena comunicación, no se han instaurado correctamente. No se puede hablar con los niños de lo que quiero que hagan en casa, estando viendo la tele. No puedo estar constantemente chillando, para que mis hijos o alumnos, me hagan caso y no puedo dar instrucciones que quiero que se cumplan ,si no tengo claro que mis hijos o alumnos, entiendan la importancia de lo que les quiero decir.


La comunicación empieza siempre por el emisor, el cual decide qué rol va a desempeñar. Si va a ser autoritario, si va a ser conciliador, si va ser negociador o ni siquiera, se ha puesto a pensar el rol que quiere ocupar.  Y el mensaje tendrá mayor o menor importancia, en la medida en que el emisor le de la consistencia de lo que quiera transmitir. Una orden, un consejo, una advertencia, una información…todo tiene su importancia y lo que hay que conseguir es que el receptor del mensaje le de la mismo importancia que le doy yo. Un simple mensaje como poner la mesa, o recoger la habitación puede generar mucha ansiedad en una madre o un padre y todo porque su hijo aún no tiene claro la importancia que le dan sus padres a este mensaje. Un profesor que pide silencio en el aula y sus alumnos siguen hablando hasta que con un grito o castigo se callan, no ha sabido transmitir a sus alumnos la importancia de algunos mensajes al grupo.

Los que reciben los mensajes estarán receptivos o pasando del tema en función de cómo se hayan sentado las bases de esa buena comunicación. A todos aquellos que repiten las cosas una y otra vez, dia tras dia, para que sus hijo les hagan caso, deberán replantearse la estrategia educativa ya que esa no les funciona, y seguro que no es por culpa de sus hijos. La escusa de… es que nunca me hace caso…no es un fallo del hijo, es un fallo de los padres que no se han asegurado desde el principio las bases de la buena comunicación.

Los roles en la comunicación son tres: cuando transmito algo con la máxima autoridad con lo cual nada es negociable, cuando no planifico y doy instrucciones a la ligera y por mero capricho o cuando establezco un rol de adulto a adulto independientemente de la edad del receptor. Tanto la primera como la tercera son las más importantes. La primera, siempre ne contextos sanos y emocionalmente estables,  nos ayudará a dejar cosas claras desde el principio, cosas que serán positivas en nuestros hijos o alumnos ya que le ayudarán a madurar. La tercera, le ayudará a tomar decisiones correctas a pesar de cometer algún que otro error, pero le ayudará a darse cuenta de cómo se pueden conseguir las cosas, a como ser empático y asertivo a la vez y sobre todo le ayudará a que pueda ver en mi, un compañero de viaje que pretende ayudarle en el maravilloso camino de la vida. 

jueves, 26 de junio de 2014

LLEGAN LAS VACACIONES DE VERANO

Por fin llega el verano, esa época donde muchos padres se relajan después de haber sufrido un año escolar duro: Haz los deberes!!! Estudia!!! Cuando tienes los exámenes?...que os voy a contar que no sepamos. El curso escolar crea en muchas familias una situación de estrés y ansiedad que no facilita en nada los aprendizajes de nuestros hijos y se crean ambientes emocionales no aconsejables en la familia. Está claro que nuestros hijos deben cumplir con unos de sus principales retos en la vida que es la de superar la etapa educativa de la mejor forma posible y siempre pensando en sus capacidades. Los colegios se marcan sus objetivos por áreas y deben cumplirlos si o si. Y a veces, algunos profesores piensan que cuanto más estudien en casa mejor. Hay muchas opiniones a favor y en contra de hacer los deberes en casa, y esta situación tiene por el momento una solución difícil. Aquellos alumnos que no han podido superar las evaluaciones del curso deberán seguir estudiando durante el verano para tener una segunda oportunidad y seguro que a muchos padres o a casi ninguno le hace gracia esta situación.

Las vacaciones de verano suponen una gran oportunidad para reforzar aprendizajes o volver a estudiar los contenidos que no hemos aprobado. La oportunidad también se encuentra en la mejora que tienen los niños y niñas de poder programarse sus tiempos y planificarse sus tareas a lo largo de las largas vacaciones de verano.


Antes de ponerse hacer los deberes, debemos sentarnos con nuestro hijo o hija y ayudarle según su edad, en distribuir los tiempos y las tareas que le han encomendado por parte del colegio o le hayamos puesto nosotros. Este trabajo de planificación le ayudará a darse cuenta de todo lo que tiene que hacer y le creará un sentido de la responsabilidad ya que además de distribuir las tareas deberá planificar cuando y donde las va a realizar. Si por la mañana o por la tarde, si en el comedor o en el balcón viendo la playa o las montañas. El niño debe implicarse en sus tareas al máximo y NO debemos estar detrás de él o ella, recordándole todo el verano lo que tiene que hacer y cuando lo tiene que hacer. Es importante conocer el grado de responsabilidad que nuestro hijo tiene sobre sus tareas y conocer su grado de implicación. Está claro que estudiar en verano es un rollo pero tendremos que buscar formulas que le motiven para ese esfuerzo que debe realizar.
A la vez de una buena planificación de su trabajo, debemos tener claro qué ocurre cuando no se realizan las tareas para no improvisar las cosas. La pregunta es: qué ocurre si los trabajos que nos hemos comprometido hacer cada día no se hacen? El niño debe conocer antes de que las cosas ocurran las consecuencias de no cumplir con los compromisos establecidos y los padres no pueden estar improvisando cada dia lo que le van a decir por la falta de incumplimiento. Evidentemente se debe trabajar siempre que la situación lo permita con el refuerzo positivo y también será bueno comunicarle que si cumple sus obligaciones tendrá una recompensa acorde al esfuerzo realizado.

Una cosa muy importante, es dejarle la autonomía suficiente en función de su edad, para que nuestro hijo vaya dándose cuenta de los tiempos, es decir, a qué hora debo iniciar mi trabajo sin que nadie me los diga. Por ello, es bueno que los niños a partir de cuarto de primaria, lleven un reloj de pulsera para qué empiecen a tomar conciencia de las horas, ya que para muchos de ellos, el dia no tiene fin. Bueno, espero poder ayudar un poco a pasar unas buenas vacaciones escolares. 

jueves, 19 de junio de 2014

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Lo afirmo: la inteligencia emocional y la capacidad mental de una persona en cualquier momento de su vida, es de gran importancia e incluso diría ,que vital para su supervivencia. 
En el colegio, en la familia, en el trabajo, en sus hobbies, en el deporte y  en todos y cada uno de sus círculos de interés. Y ahora nos preguntaremos que entendemos por inteligencia emocional? Pues nadie mejor que Daniel Goleman para definirla: 

“La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social”


Cuando hablamos de éxito en la vida, no solo nos referimos a cuanto ganas por tu trabajo, o qué notas sacas en el colegio o cuantos amigos tienes…El éxito en la vida depende de nuestra capacidad mental de saber estar y adaptarnos a diferentes contextos, personas, lugares, ambientes por medio de nuestras habilidades personales. 

Las personas que no son capaces de entablar un ambiente sano, empático y asertivo con su familia, amigos y compañeros, son personas que tarde o temprano pagan las consecuencias de esta situación a través de enfermedades psico-somaticas y de aislamiento social, ya que son incapaces de controlar sus impulsos y sus emociones, no reconocen sus errores y no saben dirigir sus vidas. 

Desde que una persona nace, el ambiente le está influyendo directa e indirectamente a todos los niveles,  teniendo unas consecuencias muy fuertes en su futura personalidad y estabilidad emocional. De ahí la importancia de saber manejar bien nuestras relaciones personales con nuestros hijos desde la más corta edad. Las personas no tienen éxito sólo por sus facultades intelectuales, sino por el manejo correcto de sus  emociones personales ya que este buen manejo, nos ayudará a saber tolerar las frustraciones y problemas que nos vengan, nos ayudará a crecer socialmente entre mis iguales, me ayudará a trabajar en equipo con otras personas diferentes a mí y sobre todo, nos aumenta nuestra capacidad de liderazgo personal. No ser capaz de poner en marcha la inteligencia emocional nos influye negativamente en nuestras vidas. 

Si experimentamos el conocimiento de nuestras emociones, aprendemos a ser conscientes de uno mismo reconociendo los sentimientos que tenemos en el mismo momento que nos ocurre.  A esto se le llama autoconocimiento. Los padres de niños en edad de crecimiento, tenemos la obligación de entrenar con nuestros hijos la habilidad para controlar nuestros sentimientos y saber adecuarlos en cada momento. El autocontrol nos va ayudar a confiar más en nosotros, a evitar juicios erróneos y a aumentar nuestra capacidad de prestar atención a las cosas que nos ocurren.

Es importante aumentar nuestro conocimiento en nuestras habilidades personales para mejorar la de nuestros hijos. 

viernes, 6 de junio de 2014

QUE ESTA PASANDO CON LA EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS?

Que está pasando con la educación de nuestros hijos? No tienes la sensación que parece que estén estudiando de la misma forma que cuando tu estudiabas? Y seguro que te han encontrado algún profesor que te dio clases y ahora está dando clase a tus hijos? Muchos padres nos preguntamos si la educación que están recibiendo nuestros hijos es la adecuada en pleno siglo XXI en el que estamos. La sociedad se va acelerando poco a poco debido a múltiples variables, como la política, la educación, los deportes, la globalización y la tecnología en la que estamos inmersos.

Cosas que antes nos parecían que iban a ser para toda la vida, de golpe cambian y giran 180º. Esto es bueno, significa que estamos vivos y no nos conformamos con lo de siempre, nos gusta innovar, ser creativos, conocer cosas nuevas y ver como se aplican a nuestras vidas. Las redes sociales están haciendo algo sorprendente. Son capaces de movilizar a las personas de una forma que antes era imposible. Las opiniones van que vuelan, y nunca mejor dicho. Sabemos lo que ocurre en el momento, casi al instante y eso nos hace participar y sentir que nuestra opinión puede ser escuchada. Hemos abierto la puerta de la información.

Nuestros hijos están viviendo el momento más interesante de la historia, sobre todo desde el punto de vista tecnológico. Llegan a casa y siguen comunicándose con sus amigos a través de los dispositivos móviles, colaboran haciendo  trabajos en la red, juegan on line y comparten fotos, videos, experiencias. Esto es muy enriquecedor. Pero qué pasa cuando llegan a las aulas? Se enfrentan a los libros, páginas y páginas de escritura que no les motiva, fotos que no dicen nada, solo texto y más texto. Además muchos de ellos saben que esos mismos textos están en la red y sus padres han tenido que adquirir esos textos.

Los alumnos de hoy en dia tienen a su alrededor las mayores oportunidades de conocer cualquier tipo de información, de visitar cualquier museo del mundo al máximo nivel sin salir de su aula, de poder colaborar con otros alumnos de otros países, de dar a conocer sus experimentos al mundo entero, de innovar junto con el profesor en la forma de dar nuevos contenidos, de buscar más soluciones al problema que antes solo tenía una respuesta, de ser creativos y de poder desarrollar sus talentos innatos.


Pero muchos de ellos se enfrentan a lo de siempre. Estar sentados 7 horas al día, encima de una silla y delante de unos libros que nos les motivas.  Lo único que importa es que estén bien sentados, que memoricen y que saquen buenas notas, porque todos sabemos que le ocurre al alumno que no saca buenas notas…verdad? Esto ya es el pasado. Estamos en un momento crucial en la educación. Un momento verdaderamente interesante. No podemos dejar que nuestros alumnos se desmotiven y que no encuentren aliciente por saber más. Lo importante ahora es cómo se enseña y los métodos adecuados para poder sacar todo el potencial del alumno, independientemente de sus características personales. Cada uno es único y debemos apostar por una educación personalizada que gracias a la tecnología es posible. No perdamos esta oportunidad de mejora que tienen nuestros alumnos y nuestros profesores de poder renovarse en un mundo global  en continuo cambio.


Los retos en la educación son impresionantes. Nos vamos a quedar viendo pasar el tren o somos capaces de subirnos y dar una respuesta a nuestros alumnos del siglo XXI?

viernes, 18 de abril de 2014

LA CUSTODIA COMPARTIDA

Muchas parejas que se separan, optan por la custodia compartida, ya que piensan que así sus hijos, podrán estar con ambos progenitores el mismo tiempo y poder compartir, todo tipo de experiencias y vivencias. Pensar en la custodia compartida, supone un nivel de madurez de la pareja que a veces cuesta de ver, y me explico. Los asuntos económicos y su resolución, suele ser la principal causa de conflicto al iniciarse una separación. Otras causas como la vivienda, el trabajo, el colegio, los familiares, las infidelidades entre otras, son fuente de conflicto que muchas veces no se resuelven del modo deseado. A todo ello, tenemos que añadir el EGO de cada uno de los progenitores y su capacidad o flexibilidad al cambio, producido por la nueva situación y su adaptación. Esto no es fácil ya que entre dos personas, siempre hay uno que más que otro. Los antecedentes, las experiencias pasadas en la pareja, pasarán factura a la nueva situación en función de las capacidades y habilidades psico-sociales de ambos. 

La comunicación, la empatia y el auto-control son las principales competencias que van a tener que poner en marcha la pareja separada y si en el periodo de vivir juntos no lo han conseguido, va a ser difícil que en el periodo de inicio de la separación, activen estas dos competencias personales.

Los hijos de la pareja separada, son los que padecerán en positivo o negativo, las consecuencias de la separación. La edad de los niños en el momento de ruptura de la pareja, es una variable a tener en cuenta para futuras consecuencias emocionales y conductuales de los niños. Por lo tanto, la custodia compartida no es que sea mejor o peor, buena o mala, sino que es proporcionalmente dependiente de la madurez de la pareja al iniciar la separación.  Los hijos son los que van a vivir al máximo este nuevo cambio, muchos de ellos significativos en sus vidas, sobre todo en periodos de fortalecimiento de la personalidad del niño. Los cambios en las vidas de las personas y de los niños, dependen de foco de atención que se pone a la hora de producirse dichos cambios. Si nuestro foco es negativo, no empático, padecedor, egoísta, sufridor e incluso depresivo, la custodia sea del modo que sea, será difícil de encajar, una vez pasado el periodo de adaptación. Y esto se va a ver reflejado en nuestros hijo a modo de alteraciones de conducta y emocionales. 


Una custodia compartida puede ser la mejor de las situaciones para los hijos de una pareja que decide poner punto y aparte a una relación en pareja. Y digo un punto y aparte, porque siguen siendo padre y madre de unos niños que los necesitan y que les tienen que dar una educación que les fortalezca ante este cambio, más que les debilite o les haga padecer esta situación de un modo negativo. La responsabilidad de la pareja que se separa para con sus hijos se multiplica por 10.000, y si no se ve esto así, el modo en que se conviva en el futuro no será del todo agradable para nadie, especialmente a los hijos. 

La custodia compartida es una labor de integración, de máxima responsabilidad incluso mayor que estando viviendo juntos, de ser flexibles y de saber ponerse en el lugar del otro a pesar del dolor causado por la separación. La custodia compartida es una buena forma de vida, y la misma palabra lo dice. Hay que saber COMPARTIR las experiencias de nuestros hijos, con madurez, respeto, sentido común y capacidad de esfuerzo diario. Así podremos ser modelo de educación a nuestros hijos. 

Pero la custodia compartida también tiene reglas, normas a seguir que NO confundan a nuestros hijos en este cambio es sus vidas. Este punto será una nueva entrada de nuestro BLOG. 










viernes, 11 de abril de 2014

CUANDO APRECIAMOS EL VALOR DEL ERROR

Que es mejor, aprobar todas o suspender alguna asignatura?
Es una pregunta con trampa a la que debemos dar una respuesta sencilla, clara y sobre todo con contenido. Todos los padres queremos que nuestros hijos aprueben todas las asignaturas y si es con nota mejor. Inculcamos a nuestros hijos e hijas que es muy importante estudiar y aprobar los exámenes, así como prestar siempre atención en clase y portarse bien. La verdad es que nos tendríamos que plantear si estamos exigiendo mucho o poco en función de las habilidades, capacidades  y competencias de nuestros hijos. Lo malo de todo, es que cuando un niño suspende o no consigue los objetivos de aprobar todas las asignaturas, creemos que algo malo está pasando, como que no ha estudiado lo suficiente, que no ha prestado atención en clase, que no se entera o en algunos casos, que ha tenido un despiste. Pocas veces enfatizamos nuestra atención en el modelo educativo que nuestros hijos están padeciendo o en la falta de habilidades de algunos de los profesionales que se dedican a la maravillosa aventura de educar.
También le damos poca importancia a la grandeza de ver nuestros errores, para ser más conscientes de ellos y poder sacar conclusiones positivas que permitan a nuestros hijos madurar, crecer interiormente  o tomar mayor conciencia de su situación personal. Un error siempre es una oportunidad de mejora y así hay que verlo. Para nuestros hijos o alumnos, suspender una asignatura es uno de los primeros  fracasos a los que se enfrentan en sus edades escolares. Muchos de ellos tienen incluso miedo de comunicárselo a sus padres. Otros ya están acostumbrados a suspender dado que los adultos le estamos condicionando constantemente con verbalizaciones como  “es que no te enteras de nada” “es que no estudias lo suficiente y te van a cargar” “es que siempre estas despistado en clase” “es que…..”

Qué pena. Estamos haciendo que los errores de un alumno se conviertan en su verdadera razón de ser. No sabemos  aprovechar la oportunidad de mejora que nos brinda un error. Cuando un alumno consigue por sí mismo  y con ayuda de su profesor o de sus padres, las conclusiones por las cuales no ha conseguido los objetivos propuestos, se inicia el camino de la confianza, la seguridad y la imagen positiva de uno mismo. En caso contrario, el alumno desconfía de sí mismo, le echa las culpas a otros y aumenta su inseguridad personal.  Es el alumno quien debe reconocer su error, es quien debe ver las causas por la cuales no ha conseguido sus objetivos y a partir de ese momento, el error cambia de estado negativo a positivo. Esto es educación. Lo demás es autoridad negativa, inseguridad, desconocimiento y falta de seguridad de los padres.

Cuando un niño, alumno  es capaz de verbalizar un error personal, analizando las  causas por las cuales no ha podido conseguir  sus objetivos a la vez que empieza a tomar conciencia de ello, es cuando será capaz de enfrentarse a nuevas situaciones con mayor confianza. Sin embargo, si ante un error le verbalizamos lo “burro que es” “lo poco que trabaja” “lo mal que atiende en clase” anulamos la capacidad del niño o alumno para que él pueda expresarlo, de tal forma que tome mayor conciencia de lo sucedido. Cuando somos nosotros quien le verbalizamos sus errores, se merma la capacidad de reacción de nuestro hijo.

Por lo tanto, ante la pregunta inicial, siempre que un niño reconozca su error, será capaz de poder reiniciar un cambio interno, podrá ver una oportunidad de mejora global al error cometido y estar más motivado para enfrentarse a situaciones difíciles que la vida por si misma le irá poniendo en su camino. Es muy importante que los padres y profesores ayudemos de una forma efectiva a los alumnos a superar momentos difíciles pero no imposibles de conseguir, evidentemente  teniendo las características personales del alumno y la situación de referencia. Si conocemos bien a nuestros hijos, podemos hablar con ellos para que interioricen al máximo el error y potenciar la motivación para poder superarlo con seguridad y confianza.

Por lo tanto, en el caso que mi hijo alguna vez suspendiera alguna asignatura en sus años escolares, tendría que generar el contexto adecuado para que mi hijo pudiera con mi ayuda, aprender positivamente del error cometido y  en la medida de lo posible, que no volviera a darse.

domingo, 9 de marzo de 2014

EL TIEMPO QUE NOS TOCA VIVIR COMO PADRES

En primer lugar quiero pedirnos disculpas por este tiempo que me he tomado, para poder reflexionar temas de interés y estudiar las nuevas tendencias en educación. Hoy quiero iniciar este blog con uno de los temas que más me interesan desde el punto de vista de la formación y la educación de nuestros hijos. 
Los padres de las generaciones posteriores a los años 70 hemos podido dar a nuestros hijos e hijas, una serie de oportunidades que nosotros no hemos tenido como ellos las tienen en la actualidad. Posibilidades que van desde poder viajar a otros países, disfrutar de todo tipo de actividades culturales y deportivas hasta poder ofrecer a nuestros hijos cosas que no hemos podido disfrutar nosotros cuando eramos niños. Es evidente, que el contexto socio-económico no es el mismo y el desarrollo cultural ha mejorado las posibilidades que tenemos a la hora de poder dar a nuestros hijos nuevas oportunidades de aprendizaje. También hemos podido comprar y adquirir para nuestros hijos todo lo que nosotros no hemos podido tener cuando éramos pequeños y a la vez, poder culminar una carencia de tipo psicológico enmascarada ( esto último en algunos casos). Todas estas posibilidades han surgido de manera espontánea y con cierta naturalidad, pero ahora podemos empezar a evaluar las consecuencias positivas y negativas de ese desarrollo que en estos últimos años ha empezado a desestabilizarse. 
Nuestros hijos e hijas han crecido en un ambiente protegido y con un número limitado de carencias materiales. Que quieren o "queremos que se inicien a jugar al tenis", pues les compras una raqueta, que les gusta la informática, pues le compras un ordenador, que quieren ir a esquiar, pues les llevabas a esquiar, que tienen que realizar una actividad deportiva, pues hay que comprar las zapatillas específicas para ese deporte y todo el conjunto de cosas para realizarlo... Y así, con un sin fin de cosas y actividades. 
También hemos comprobado como nosotros, padres y madres de estos hijos, hemos ido mejorando tanto nuestra formación cultural y académica como nuestras posibilidades económicas, con todo lo que esto conlleva. Lo último de todo, para poder tener una visión global de lo que estamos comentando, lo podemos ver en los dispositivos y teléfonos móviles de última generación. Niños y niñas de 10 años en adelante, van al colegio con  móviles modernos, ya que su padre o madre se lo han cambiando y este se lo han pasado a sus hijos. 
Qué ha ocurrido? No hay que buscar muchas explicaciones a este fenómeno socio-económico-cultural. El desarrollo nos ha permitido mejorar nuestras posibilidades y esto de una forma natural lo hemos transmitido a nuestros hijos. Pero es la hora, de iniciar un camino que de respuesta a todas las necesidades que nuestros hijos nos están planteando. No es que ahora sea más difícil educar que hace cien años. Lo que ocurre es que nuestros hijos y nosotros incluidos, estamos viviendo el momento de desarrollo más importante de la humanidad, especialmente el tecnológico y económico entre otros. 
Nuestros hijos reciben mayor estimulación que los niños de hace 30 e incluso 20 años atrás y las oportunidades de mejora, se han multiplicado exponencialmente y parece, que este desarrollo no tiene fin. Por lo tanto, tenemos que convivir con unos hijos que la vida les está proporcionado un mayor numero de oportunidades, con unos padres que en muchos casos les ha pillado haciendo la siesta o con el pie izquierdo. La planificación dia a dia de la educación de nuestros hijos, se considera como algo esencial y muy importante, sobre todo para que nosotros no estemos alejados de la realidad. La crisis económica que estamos viviendo nos ha llevado a plantearnos una serie de valores que parecían haber desaparecido. La solidaridad, el valor del esfuerzo y del trabajo, el respeto a los demás, el valor de las cosas se han afirmado más que nunca en estos tiempos que estamos viviendo y debemos seguir reforzando a nuestros hijos. Las cosas NO caen del cielo, las cosas no llegan sin más, detrás de cada una de esas cosas y actividades, hay un esfuerzo de unos padres y madres que quieren que sus hijos salgan adelante o así debería ser. Y más allá de esto, también hay unos padres que quieren y deben mejorar la comunicación con sus hijos, las formas de relacionarse, que parece que si no es a través de un mensaje de texto vía teléfono no vale. En ningún momento, hay que poner fin a este desarrollo tecnológico y cultural que estamos viviendo siempre y cuando no preocupemos y nos ocupemos de nuestros hijos. Nos ocupemos de formarnos nosotros como padres, enseñando a que sepan valorar las cosas desde muy pequeños, intentando que sean independientes pero con los limites establecidos en cada momento, mejorando sus habilidades y competencias en los diferentes momentos en los que el niño se desenvuelve, respetando las normas y evolucionando cada día. 
Todo esto parece fácil resumirlo en unas breves palabras, pero significa una gran responsabilidad que hemos adquirido a la hora de ser padres. 
Nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestras actividades diarias tienen que estar muy relacionadas y conectadas con las vidas de nuestros hijos de tal forma que el valor de cada una de ellas, las podamos repercutir positivamente en ellos. Hay que ser conscientes del momento en que vivimos y que este momento tan interesante, a pesar de las dificultades que el camino nos ponga, las debemos compartir con ellos desde pequeños, con el único fin que sean mejores personas que nosotros, no solo desde el punto de vista académico o cultural, sino desde el punto de vista humano. El crecimiento personal material debe ir unido implícitamente al crecimiento emocional de la persona y esto se hace desde la mas costa edad. No debemos permitir que este momento tan importante que estamos viviendo, dañe la estabilidad de nuestros hijos y que las prisas,los horarios, el estrés, la superación no positiva, el dinero fácil , la falta de esfuerzo y motivación por conseguir metas, no lleguen a desestabilizar a ese niño que esta creciendo con nosotros. 

Lo dicho, intenta que este blog llegue a alguien a quien le pueda interesar.